Enfoque Humanístico del Servicio de Policía
Las políticas de Estado sobre renovación de la Administración Pública, las
exigencias de ley para lograr altos niveles de calidad, los retos de la
globalización y la necesidad de la Policía Nacional de responder de manera
efectiva a la sociedad colombiana en materia de convivencia y seguridad
ciudadana motivó al mando institucional a liderar la definición del lineamiento
de política Direccionamiento Policial basado en el Humanismo con
responsabilidad, así como la consolidación del Modelo de Gestión Humana Funda mentado
en Competencias que, alineados con el Sistema de Gestión Integral, permiten centrarse
en el factor humano, a partir del cual las personas como capital fundamental de
la Institución mejoren sus condiciones de vida laboral, familiar y aseguren la
prestación de un servicio policial efectivo. Desde esta premisa, se establece
como derrotero de la Institución: el Enfoque Humanístico del Servicio de
Policía, el cual tendrá un impacto directo en el gerenciamiento del talento
humano, que conlleve al mejoramiento del desempeño, al incremento de comportamientos
exitosos del personal, al rescate de la dignidad humana, para alcanzar altos
estándares de calidad que espera la comunidad en el servicio de convivencia y
seguridad ciudadana. Así mismo, la Policía debe fundamentar su capacidad transformadora
y de servicio en el posicionamiento del talento humano, a partir del amor propio
y el apego por la familia, como parte del crecimiento personal que produzca satisfacción
para reafirmar el amor a la Institución y al país. Entre todos se debe lograr
verdaderos cambios a través del compromiso, responsabilidad, liderazgo y
dedicación con el cumplimiento de nuestro deber constitucional.
Un elemento significativo de la cultura institucional es la forma como se
determinan los elementos requeridos para atender las necesidades de los
servidores públicos policiales. El desarrollo humano integral es una condición
indispensable en la motivación, la cual depende de la satisfacción que está
descrita en el tomo “Lineamientos Generales de Política para la Policía
Nacional de Colombia”, como son las dimensiones: física, ética, deontológica y
valores, socioafectiva , intelectual y laboral, a través de los diferentes
mecanismos que la Policía debe propiciar. El lineamiento de política
direccionamiento policial basado en el humanismo y el Enfoque Humanístico del
Servicio de Policía, se constituyen en el norte que debe guiar al desarrollo de
las dimensiones del ser de manera integral
Dimensión intelectual
Orientar y motivar el personal hacia el aprendizaje continuo y la
asimilación de conocimientos, tendientes a fortalecer habilidades y valores que
conjugados con la práctica y la experiencia optimicen el desempeño en su
profesión.
Dimensión socioafectiva
Promueve la cultura del reconocimiento y el respeto, al favorecer el
desarrollo de competencias de las relaciones interpersonales y familiares,
mediación permanente, resolución de conflictos y un adecuado nivel de
adaptabilidad para el desempeño efectivo del servicio policial.
Dimensión laboral
Promueve una cultura de la calidad y efectividad en la profesión orientada
a la comunidad, mediante el mantenimiento e incremento de desempeños
sobresalientes y el refuerzo de la admiración y respeto del personal competente,
que se destaca en el cumplimiento de su deber a nivel operativo, administrativo
y docente.
Dimensión física
A través de la generación de espacios que permitan al funcionario disfrutar
de un buen estado de salud, soportado en su bienestar físico, mental y
espiritual, para poder responder de manera eficiente a las exigencias personales,
familiares y del servicio. Sin embargo, para que estas dimensiones se
fortalezcan en el personal policial, la Institución debe en primera instancia
propender al bienestar de los mismos; lo que significa motivar y humanizar al
talento humano, para propiciar su autorrealización y mejorar la prestación del
servicio a la comunidad.
Las organizaciones que invierten directamente en el empleado están invirtiendo
indirectamente en el cliente. En el ámbito del bienestar social, la Institución
lo contextualiza, como el conjunto de factores que participan en la calidad de
vida de los funcionarios y sus familias, para que su existencia posea todos
aquellos elementos que dan lugar a la tranquilidad, satisfacción y desarrollo
humano integral. Aunque es una condición subjetiva y no observable directamente,
incide significativamente dentro del comportamiento y desempeño del individuo.
Por esta razón, se debe brindar un ambiente apropiado para que el personal mantenga
altos niveles de satisfacción, de disposición y compromiso, evolucionando armónicamente
en las dimensiones del ser
Desde esta perspectiva, un servicio de policía efectivo se mide, de un
lado, por los resultados que plasmados a través de estadísticas, muestran la
operatividad de una unidad; y de otra parte, por el nivel de satisfacción de
aquella persona que participa en mayor o menor medida en la consecución de las
metas institucionales. Es decir, que el bienestar social interviene en el mejoramiento
y mantenimiento de las condiciones de vida, garantiza que cada funcionario de la
comunidad policial se integre al desarrollo organizacional y promueva la
innovación y cooperación de cada uno, en el tejido social que la Policía
Nacional diseña al interior de sus unidades y hacia la comunidad.
La Policía Nacional reconoce que a partir de la declaración del ser como
eje esencial de un proyecto institucional, todos los ámbitos del Sistema de
Gestión Integral tendrán sentido, porque son los seres humanos los que realmente
mantienen en marcha cualquier proyecto y lo hacen realidad, para lo cual este sistema
se encuentra acompañado de un direccionamiento policial basado en el humanismo,
en donde el foco principal es asegurar el rescate de la dignidad humana, la
cual se debe mover en dos dimensiones: respetar y ser respetado.
La Institución policial se moviliza en el ejercicio de su función sobre la
base del respeto
hacia uno mismo y hacia el otro, y la dignidad para asegurar su
humanización, donde entendamos que la libertad, debe ser utilizada responsablemente;
así mismo, esta debe implicar construcción para fortalecer valores y
principios, y generar a su vez compromisos que resuelvan problemas del ciudadano,
actuando discrecionalmente bajo la premisa del respeto.
Un direccionamiento basado en el humanismo que rescate, proyecte y asegure
la dignidad de los policías a partir del uso de la libertad y el respeto, debe
llevarnos a una Institución que asume un comportamiento más allá de lo cortés.
El respeto es para los seres humanos la puerta de entrada fundamentalmente al
amor, no se ama lo que no se respeta, quien ama y respeta es un ser feliz.
La pretensión es que el policía se enamore de los ciudadanos y su
Institución, que los asuma realmente como la causa y razón de su existencia
profesional, pero también como la razón y causa de su proyecto de vida
personal, en la seguridad que el amor a los ciudadanos le permitirá sentir la
felicidad enorme del deber cumplido de servir a los demás.
Nada transforma, cambia conductas y humaniza más que el conocimiento,
cuando este se incorpora en el ser humano tiene que ser parte de una política
institucional que asegure el futuro de la Policía Nacional.
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